La contaminación y el cambio climático harán que la temporada del polen sea larga y difícil, sin embargo el futuro de los seis millones de personas que en España sufrimos alergia al polen, estará determinado por lo que ocurra en mayo: si el tiempo es bueno, lo vamos a pasar mal.
Contaminación
El elevado índice de contaminación que han sufrido algunas ciudades españolas en el mes de febrero puede alterar la fisiología de las plantas y potenciar la agresividad del polen esta primavera, asegura el doctor Francisco Feo Brito, coordinador del Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
Según la SEAIC, el alto nivel de industrialización ha hecho que durante los últimos años hayan aumentado de forma alarmante los casos de alergia respiratoria.
Polen más agresivo
La causa no es sólo el aumento de los niveles de polen, sino que éste, en combinación con los distintos agentes contaminantes, puede llegar a hacerse mucho más agresivo.
El doctor Feo explica que
la mezcla de pólenes de plantas y partículas de contaminación es muy peligrosa. El polen de ciudad es mucho más agresivo ya que la contaminación produce cambios en la estructura de las partículas y éstas tienen mayor capacidad de provocar sensibilización en el paciente, el paso previo a padecer una alergia.
Además, la contaminación, especialmente la ocasionada por los motores diesel, no solo afecta a a las personas, sino también a las plantas que liberan pólenes con mayor capacidad de producir reacciones alérgicas.
Se ha demostrado que en áreas con alta densidad de vehículos, la liberación de las sustancias proinflamatorias en los pólenes alergénicos es más del doble que en las zonas rurales con menos tráfico, y estas mismas sustancias hacen que el propio polen contacte con las vías respiratorias y pueda actuar iniciando incluso la reacción alérgica, asegura el experto.
Cambio climático
Además, el cambio climático, con presencia de fenómenos meteorológicos extremos, como lluvias intensas y tormentas, frío alternado con temperaturas muy elevadas, provoca una prolongación de la temporada polínica, adelantando su inicio y retrasando su finalización, explica el doctor Feo.
Gramíneas
El polen de las gramíneas es el que más capacidad tiene de desencadenar reacciones alérgicas y además es el más ampliamente distribuido en España, aunque se concentra en el centro y el sur de la península.
Además, ocho de cada diez alérgicos somos sensibles al polen de gramíneas.
Por eso, el polen de gramíneas será el que desencadene más reacciones alérgicas.
La intensidad de la polinización de las gramíneas depende, en buena medida de la humedad y las lluvias que se producen entre octubre y marzo, por eso…
…el estudio mediante modelos predictivos, llevado a cabo por el Comité de Aerobiología, nos indica que la polinización de esta primavera va a ser intensa, en el centro y sur peninsular con una previsión aproximada de 5.400 granos de pólenes por metro cúbico de aire (media diaria 200 gr/m3); y moderada en el resto”, advierte el doctor Feo.
Mayo, la clave
Pero la clave del bienestar de los alérgicos al polen de gramíneas está en el mes de mayo:
El mayor factor de riesgo para los alérgicos a este tipo de polen es que se produzca un anticiclón en mayo. Es decir, el tiempo seco y temperaturas moderadas, es el peor escenario para los alérgicos. Por el contrario, la lluvia y el tiempo húmedo durante la polinización, disminuyen los niveles de concentración polínica, dice Feo.
Polen viajero
Después del polen de gramíneas, los que más síntomas de alergia provocan son los de plátano de sombra, olivo y parietaria.
La alergia al polen de olivo se da sobre todo en Andalucía y Castilla-La Mancha.
Y la alergia al polen de parietaria, en el Mediterráneo.
Pero vientos y tormentas pueden transportar al polen cientos de kilómetros, haciendo que desencadene reacciones alérgicas muy lejos de las plantas que le dieron origen.
Este fenómeno está bien establecido en varios países europeos con el polen de la ambrosía, una planta obstinada y resistente que puede crecer en cualquier lugar. Además, como promedio, produce mil millones de granos de polen por temporada y éstos pueden viajar hasta 600 kilómetros, cuenta el doctor Feo.
Según la SEAIC, en España ocurre algo parecido con el olivo: se ha demostrado que si durante la fecha álgida de polinización del olivo en Jaén y Córdoba, en la primera quincena de mayo, se producen tormentas con vientos de componente sur, los granos de polen llegan en grandes cantidades hasta las provincias de Ciudad Real, Toledo y Madrid, provocando reacciones alérgicas cuando todavía los árboles de estas zonas todavía no han comenzado a polinizar.
Fuente: TODOALERGIAS.COM
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