Siempre hemos pensado que lo más democrático es lo que decida la mayoría, y sin dejar de ser eso cierto, es verdad que existe una forma todavía aún más democrática. No cabe duda de que lo que diga la mayoría, sea ésta absoluta, relativa o cualificada, debe ser tenido en cuenta, pero es más democrático y más importante intentar conseguir una palabra que está un poco en desuso que es el consenso.
Cuando conseguimos el consenso, conseguimos que todas las partes estén de acuerdo en alguna cosa. Y, a su vez, hemos conseguido que todas las partes hayan tenido que ceder algo en su postura. Es por ello que, insisto, ésta es más democrática, porque ninguna opción se impone a la otra en su plenitud ni las otras se ven sometidas sino que todas han tenido que ceder y todas han ganado parte para llegar a ese consenso.
Todo esto lo digo y viene a colación por el tema del deslinde de costas de Formentera, sobre el que en un momento se consiguió un gran y amplio consenso gracias a la labor que pudimos llevar a cabo el señor Enrique Fajarnés, por el Partido Popular, y yo mismo por el Partido Socialista, consiguiendo que tanto en el Congreso de los Diputados como en el Senado se aprobara por unanimidad una propuesta de deslinde justo para la isla de Formentera, cosa nada fácil dicho sea de paso, pues es bastante complicado y poco habitual conseguir que ambas cámaras se muestren por unanimidad a favor de una propuesta, sea está la que sea.
Es por ello que debo lamentar las posturas que se están produciendo ahora en el seno de los partidos del Consell Insular de Formentera y en la misma sociedad de la isla en torno a la propuesta de deslinde que ha elaborado el Gobierno.
Sin entrar a valorar la propuesta, pues no es el objeto de este artículo, veo con cierta preocupación cómo ese consenso conseguido desaparece en torno a unas posturas enfrentadas a otras y quiero pensar (mejor dicho, me gustaría pensar) que todas en busca de un mismo fin: el ansiado deslinde justo para Formentera.
Qué duda cabe que para conseguir el consenso se debe partir de una postura de disenso. Y es en esa en la que estamos ahora mismo, por lo tanto apelaría a la cordura de todos, para que después de conseguir lo que se consiguió, después de haber avanzado tanto en este proceso, no lo estropeásemos por un quítame allá esas pajas.
Este gran acuerdo de ambas cámaras, que obliga al Gobierno a realizar una propuesta sensata, racional y, sobre todo, sin olvidar que debe beneficiar a la isla de Formentera, a sus visitantes y a sus residentes, pero especialmente a los afectados. Sigo pensando que la propuesta de deslinde justo es la correcta y que en esa línea se debe trabajar.
Apelemos al consenso, al acuerdo, busquemos los puntos de unión, de coincidencia, que existen en ambas partes y vayamos con una única voz a la propuesta planteada por el Gobierno, central que seguro es también el primer interesado en dicho consenso, si no todo acabará mal. Y lo que es aún peor: todo este esfuerzo no habrá servido de nada.
José R. Mateos Martín
Geógrafo y diputado del PSOE en el Congreso en la legislatura 2004-2008
Geógrafo y diputado del PSOE en el Congreso en la legislatura 2004-2008