El Día Mundial de la Lucha contra el Sida (José Ramón MATEOS / Diputado del PSOE por Balears)

El sida es una enfermedad de extensión mundial y no se puede limitar a un problema exclusivamente médico. Las empresas farmacéuticas, así como la Unión Europea y los gobiernos, deben volcar todos sus esfuerzos en eliminar las diferencias a la hora de acceder a los tratamientos contra el sida, y comprometerse profundamente con la lucha en contra de su propagación.El acceso a los tratamientos antirretrovirales es especialmente complicado en países en vías de desarrollo y la población africana es una de las principales víctimas de esta pandemia. En este sentido, los gobiernos deben comprometerse en la tarea de promocionar el uso del preservativo como medio más eficaz para evitar el contagio. Ampliar la información y la educación como la mejor defensa.Además, sería obligación de la comunidad internacional, y de la Unión Europea en particular, el comprometerse a eliminar las trabas en el acceso a los tratamientos médicos, y suprimir los derechos de patente en estas medicinas, para conseguir medicamentos relativamente baratos y accesibles.En España, cada año se producen entre 2.000 y 4.000 nuevos casos de infección del virus. En estos momentos en las Pitiüses hay 271 portadores que han desarrollado la enfermedad y se detectan cerca de diez nuevos contagios cada año, aunque la tendencia es a la baja. Frente a la disminución de contagios debido al uso compartido de material de inyección de drogas, ha aumentado significativamente el número de los mismos debido a la no utilización del preservativo.Esto se debe, sin duda, a la actitud represora de los gobiernos del PP, que durante su mandato han actuado contra la toma de medidas de prevención, como el uso del preservativo o la educación sexual, provocando, debido a su rancia moral, la dificultad de muchas personas al acceso al preservativo, y, por lo tanto, enfrentándoles a situaciones de riesgo al no dar toda la información y el apoyo económico y educativo necesarios para evitarlas. La prueba de ello es palpable en todos los ámbitos de la sociedad pitiusa. Apenas se hacen campañas de prevención en los institutos y las que se hacen, carecen por desgracia de repercusión. Los adolescentes tienen más miedo a un embarazo no deseado que a un contagio. Ahora ya no existen grupos de riesgo, existen prácticas de riesgo. Un lugar turístico como las Pitiusas, y con una topología de turismo joven, genera muchas prácticas de riesgo, un hecho este que debemos tener en cuenta.Los datos del informe anual del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (Onusida), deben hacer reflexionar a todos los gobiernos a la hora de implantar medidas eficaces en cuanto a lucha contra el sida, mediante la prevención y la educación sin tapujos. Asimismo, es necesario que los gobiernos ayuden a financiar estos tratamientos y obliguen a las empresas farmacéuticas a ver el sida no como un negocio lucrativo, sino como una amenaza para todos y todas, que debemos contribuir a erradicar. Además, para combatir el sida los gobiernos deben desarrollar campañas de información y prevención a lo largo de todo el año.Por ello el Gobierno, dando compromiso a la palabra dada, está trabajando para, entre otras cosas: - Desarrollar medidas destinadas a facilitar el acceso al preservativo, como único medio eficaz para evitar la propagación y el contagio del sida.-Intensificar las campañas de información y sensibilización sobre el uso de preservativo, y los hábitos sexuales saludables, especialmente en los centros educativos, de enseñanza secundaria, FP y universitarios, tanto en los sostenidos con fondos públicos como en los privados.-Instar a las empresas farmacéuticas a poner todo su empeño en acabar con esta enfermedad, eliminando las patentes farmacéuticas asociadas a estos tratamientos, que impiden el acceso a los mismos a una gran parte de la población de todo el mundo.Los tratamientos contra el sida nunca pueden ser un negocio. La lucha contra el sida es un compromiso de todos. En un momento en que Estados Unidos está en toda una campaña bélica a nivel mundial, me gustaría decir que la única guerra que realmente merece la pena es la guerra contra el sida.