Recientemente hemos visto còmo el president Palau reclamaba la construcción de un segundo hospital en Ibiza. Pues yo quiero dar en primer lugar la bienvenida al señor Palau a las preocupaciones sanitarias de nuestras islas, preocupación que desde siempre hemos tenido en el PSOE; en segundo lugar, decir que el PP se acerca a las posturas socialistas que propugnan la mejora del servico público de salud y, por último, señalar que con esta declaración lo que hace el señor Palau es reconocer de manera implícita que la transferencia de competencias en materia de sanidad llevada a cabo por el Gobierno del señor Aznar no fue nada generosa con nuestras islas, como siempre dijimos desde el PSOE, a pesar de lo que decía en su momento el PP. En 2004, la financiación media por habitante de La Rioja era de 1.227 euros y en Baleares era de 787 euros. La diferencia es más que notable, ¿no creen?
Algo ha aprendido el presidente Palau, y no quiere que le pase como con el hospital de Formentera, que el año 2001 el PP en pleno estaba en contra de su construcción y ahora pretenden aparecer como los impulsores de la idea. No hace falta, el pueblo de Formentera sabe perfectamente que fue la izquierda la que propuso el hospital, que fue la izquierda la que compró el solar y que el primer presupuesto lo hizo el Govern del socialista Antich. Por cierto, ¿alguien del PP se ha preguntado cuántos hospitales se podrían construir con lo que cuestan las autopistas con peaje a la sobra que propone el mismo señor Palau? Pues miren: 12.Sorprende también de manera grata que el PP pitiuso haya descubierto `Madrid´ y que sea éste el culpable de todo, cuando en la anterior legislatura el problema era el gobierno de Antich. Pues miren, ni una cosa ni otra.
Nuestro sistema público de salud, establecido por el anterior Gobierno socialista, es uno de los cinco mejores del mundo y los ciudadanos así lo valoran y aprecian. Garantizar la sanidad pública universal y gratuita, ahora y en el futuro, es una prioridad indiscutible del proyecto político de los socialistas y objetivo prioritario del Gobierno de Zapatero.
En la actualidad, nos encontramos con una sanidad pública que queremos mantener y disfrutar, pero con un modelo que proporciona recursos insuficientes para financiar el crecimiento del gasto sanitario. Los problemas existentes no los han creado ni el Gobierno ni las comunidades autónomas competentes de su gestión. No se trata de buscar culpables, sino soluciones a una realidad: las autonomías padecen un déficit insostenible cuya solución no puede esperar.
¿Cuál es entonces el problema? Pues que los recursos que proporciona el modelo de financiación vigente, aprobado en 2001 por el Gobierno del PP y las comunidades autónomas, son insuficientes para financiar el gasto sanitario. El modelo no ha resuelto los problemas derivados del importante crecimiento del gasto sanitario ocasionado por el incremento y el envejecimiento de la población. El Gobierno del PP no abordó los problemas estructurales de la sanidad pública, cuya solución ahora exige, y fue incapaz de resolverlos. A esto se le llama cinismo. Es muy fácil hacer la demagogia del PP pero con ello no se aportan soluciones.
Para afrontar la solución de manera inmediata, el Gobierno socialista propone un conjunto de medidas a corto plazo, dos años, que proporcionan más recursos al sistema público sanitario (estaríamos hablando de casi 3.000 millones de euros) a la vez que analiza medidas de racionalización del gasto. Se trata de aportar soluciones ya mientras se sigue trabajando en resolver los problemas de carácter estructural, para moderar la dinámica creciente del gasto y para hacer el sistema público de salud más eficiente.
El Govern balear estima en 120 millones el déficit sanitario anual. Con la propuesta socialista, a Baleares llegarán más de 100 millones de euros. El Gobierno socialista de Zapatero soluciona lo que Matas nos negó cuando era ministro de Aznar.
En cualquier caso, de momento, la gente puede constatar el contraste entre dos formas de hacer política: los socialistas nos hemos esforzado en hacer propuestas y buscar soluciones para que podamos seguir disfrutando de nuestro sistema público de salud, y lo hemos hecho, además, demostrando nuestra disposición al diálogo, nuestra voluntad de negociación y nuestro deseo de alcanzar un acuerdo en un asunto tan importante como es éste. Y el PP que se ha dedicado a descalificar nuestras propuestas y profetizar un rotundo fracaso de las mismas.
El PP tiene la oportunidad de demostrar a los ciudadanos si le importan sus problemas o si prefiere mantenerse en la actitud de criticar todo, no aportar soluciones y hacer demagogia fácilmente demostrable.
Porque ya lo hemos dicho otras veces, las personas pasan y las instituciones permanecen y los ciudadanos no pueden verse perjudicados por ese cambio. En políticas de sanidad pública los ciudadanos exigen que todos vayamos unidos. La mano del PSOE está tendida. ¿Vienen?
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